Peligros de parásitos y bacterias en comida cruda o Barf para perros y gatos

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Muchos veterinarios sostienen que una dieta a base de alimentos crudos no es apropiada y puede resultar peligrosa para perros y gatos, ya que las carnes crudas pueden contener virus que son nocivos para estas mascotas. Sin embargo, es importante destacar que no todos los virus plantean la misma amenaza; de hecho, solo existe uno que debemos temer, el virus de Aujeszky o pseudorrabia. Este virus puede encontrarse en la carne cruda de algunos cerdos, lo que implica que no todos los cerdos están infectados. Cabe señalar que el virus de Aujeszky no se elimina mediante la congelación, pero puede ser erradicado si la carne se cocina a una temperatura de 60 °C o 140 °F. Por ende, si optamos por incluir carne de cerdo en la dieta de nuestras mascotas, es recomendable asegurarse de su origen y aplicar una breve cocción al vapor durante 1 o 2 minutos. Esta modalidad no solo conserva la mayoría de los nutrientes, sino que también se puede cocinar a la plancha, evitando el uso de aceite. En una sartén, la cocción se llevaría a cabo por 30 o 40 segundos por cada lado.

Peligros de parásitos y bacterias en comida cruda o Barf para perros y gatos

Riesgos de los parásitos en carnes crudas para mascotas

A pesar de que coexisten numerosos parásitos en nuestro entorno cotidiano sin causar daño, es cierto que las carnes crudas pueden albergar parásitos perjudiciales, especialmente para perros y gatos alimentados con dietas comerciales secas, es decir, dietas estériles. Es fundamental tener en cuenta que parásitos como el de la toxoplasmosis, presentes en carnes crudas, pueden resultar preocupantes en ciertos casos. No obstante, estos parásitos pueden neutralizarse al congelar las carnes a una temperatura de -18 °C, que es la temperatura estándar de un congelador doméstico, durante 10 días. Por tanto, es altamente recomendable someter las carnes a este proceso de congelación durante 10 días antes de ofrecérselas a nuestras mascotas, garantizando así su seguridad al consumirlas.

Es primordial elaborar las dietas de nuestros perros y gatos con carnes de calidad aptas para el consumo humano, adquiridas en establecimientos con certificaciones sanitarias actualizadas. Estas carnes han pasado por exhaustivos controles microbiológicos, como pruebas de salmonela, lo cual nos brinda la seguridad de que están libres de contaminantes. No obstante, si nos encontramos en un entorno donde la procedencia de las carnes resulta incierta, siempre es posible aplicar un choque térmico al servirlas; este consiste en verter agua caliente sobre la comida para eliminar las posibles bacterias presentes en la superficie de las carnes. Asimismo, se puede optar por una breve cocción al vapor durante 1 o 2 minutos, tiempo suficiente para garantizar la eliminación de bacterias. Es esencial que las carnes destinadas al consumo de nuestras mascotas reciban el mismo tratamiento higiénico que las destinadas al consumo humano. Debemos mantener altos estándares de higiene, trabajar en superficies limpias y utilizar utensilios de cocina impecables. Los platos o recipientes donde alimentamos a nuestros perros y gatos deben lavarse con agua caliente y mantenerse siempre limpios. Con respecto a los gatos, que suelen consumir pequeñas cantidades de comida a lo largo del día, es recomendable almacenar los sobrantes en recipientes con tapa en el refrigerador. Es crucial no dejar la comida de nuestras mascotas sin refrigerar durante mucho tiempo ni exponerla a entornos cálidos o soleados. Tras finalizar la preparación de la dieta, es fundamental limpiar y desinfectar las superficies y utensilios de cocina utilizados. Es esencial descongelar los alimentos de manera adecuada, trasladándolos del congelador al refrigerador la noche anterior para evitar temperaturas que favorezcan la proliferación bacteriana. A menudo, la proliferación de bacterias en la comida de nuestras mascotas no se debe a la contaminación de las carnes, sino a un manejo inadecuado de las mismas.

Con esta reflexión, deseo recalcar la importancia de no descuidar la higiene y la manipulación de los ingredientes cárnicos. Es esencial seguir estas prácticas rigurosamente. Aunque es aconsejable mantener estas pautas, es relevante comprender que la búsqueda de ambientes de alimentación completamente estériles para nuestras mascotas, y para nosotros mismos, no es saludable. La presencia de bacterias beneficiosas es fundamental para fortalecer nuestros sistemas inmunológicos y enfrentar diversas enfermedades con eficacia.